
SABÍAS PORQUÉ EN TU VIDA SE REPITEN LAS MISMAS COSAS?
LA MENTE, CONSTRUCTORA DE LA REALIDAD.
Nuestros sentidos nos muestran el universo en el que vivimos. Gracias a ellos percibimos nuestro entorno y nos ubicamos en el mundo. A través de la vista, el oído, y nuestras sensaciones, somos capaces de determinar las experiencias, escenarios, y decorados que determinan nuestra realidad.
Un enorme e intrincado sistema de conexiones y redes neuronales situadas en nuestro cerebro y nuestro sistema nervioso central genera nuestra propia visión del mundo. Una realidad material, sólida y concreta, derivada de nuestros pensamientos, creencias, afirmaciones, autoprofecías, excusas, ideales, paradigmas: nuestra propia mentalidad.
Nuestro cerebro, y su producto: la mente, se erige en el centro de nuestro mundo, en el que nos encontramos nosotros mismos. Lo demás, el resto, generalmente lo ubicamos más allá de nosotros. Todo está ahí afuera, aparentemente.
La mente es el gran juego de LEGO con el que se construye el mundo donde vives. Crees que tienes responsabilidad a la hora de juntar las piezas?
Consideramos nuestro sistema de pensamientos en correspondencia con la realidad objetiva, y nos lleva a pensar que las divisiones que generamos en nuestra mente son reales.
El profesor de física David Bohm (colaborador de Einstein) nos explica en su delicioso ensayo «La totalidad y el orden implicado” que la idea de que nuestro mundo está fragmentado y separado de nosotros mismos es una ilusión, y que esta ilusión no hace otra cosa que llevarnos a un conflicto y a una confusión sin fin.
Desde bien pequeñitos hemos ido aprendiendo conceptos, determinando objetos, y fragmentando nuestros límites con el fin de ir aprendiendo poco a poco sobre el mundo en el que vivimos. La segmentación produce la costumbre universal de pensar que el contenido de nuestro pensamiento es una descripción del mundo tal y como es.
Por otro lado, nuestra mente no tiene mayor propósito que el de mantener a nuestro cuerpo con vida. Su única función, que no es poco, es la de adaptarse al medio en el que vive y proveernos de las circunstancias que deriven en nuestra propia supervivencia.
A nuestra mente le trae sin cuidado nuestro nivel de felicidad, le importa un pito si estamos cumpliendo nuestro propósito de vida, si estamos disfrutando de una empleo enriquecedor, o nos rodeamos de personas de calidad y sanas que nos hacen sentir bien.
Todo eso para nuestra mente son tonterías, un lujo, banalidades sin importancia. Nuestra mente creará una realidad basada en generar circunstancias y eventos que nos lleven a experimentar una y otra vez, y de forma reiterada, experiencias que nos ayuden a liberar las tensiones provocadas por nuestros bloqueos.
Limitaciones y bloqueos que se han creado en nuestra propia mente originada por experiencias pasadas que superaron nuestra capacidad de comprensión.
Mantener un mentalidad adecuada y libre de conflictos, aumentar nuestra capacidad de comprensión y la complejidad de nuestros propios recursos, nos llevará a experimentar una vida rica y plena, sin tensión ni estresores.
Te habrás dado cuenta que en tu vida se repiten aspectos de forma reiterada, que te hacen enfrentarte a circunstancias que parecía que ya habías superado. Si no te has dado cuenta, es porque no has prestado suficiente atención y aún crees que lo que sucede en tu vida es fortuito y ajeno a ti.
Conocerás quizás el caso típico de la mujer maravillosa, guapa e inteligente, que habiendo tenido un padre alcohólico y posesivo, sale con hombres que de alguna forma tienen problemas con el alcohol y los abusos. O conocerás el caso del hombre que monta un negocio y se arruina constantemente, casualmente, de la misma forma en que se arruinó su abuelo.
Si crees que estos hechos son fortuitos, quizás no debas seguir leyendo este artículo, sin embargo si piensas que hay gato encerrado te invito a que prestes atención.
La mente, de forma subconsciente, dispone ante ti las circunstancias necesarias para que te enfrentes a tus propios estresores. A tus propias tensiones.
Colocará ante ti los disparadores que te ayudarán a liberar la tensión generada por los bloqueos que algún día se generaron dentro de ti, modificando tu percepción de la realidad.
Sigue leyendo con atención y detenimiento, pues lo que sigue es muy importante, es la clave.
La verdad es que la mente no crea esas circunstancias y eventos desencadenantes, si no que da relevancia y subraya de forma bien visible los hechos que pueden ayudarte, de entre el resto infinito de hechos y circunstancias que no son relevantes para ti. Dicho de otro modo: resalta y pone de relieve aquellas cosas que, a ti y no a otros, pueden servirte de válvula de escape de las tensiones acumuladas.
Imagínate que te dan un susto. Normalmente te sobrecoges y cuando ves que es una broma te relajas exhalando y liberando la tensión. Pero, ¿y si no es una broma? ¿y si no comprendes lo que ha ocurrido porque no puedes? Entonces el susto no se «digiere» y la tensión se queda dentro, en tu cuerpo, atrapada. Acabas de generar un bloqueo.
Esas tensiones se generaron, como decía más arriba, en el pasado. Quizás tuviste una experiencia conflictiva en tu niñez que no supiste comprender y resolver. La tensión se enfrió, no se liberó y quedaste atrapado en ella. O más bien debería decir, la tensión se quedó atrapada en ti. En tu cuerpo y tu sistema nervioso y neurológico. En tus músculos, tu postura, tu rostro, tu forma de desenvolverte, etc..
Y tu mente lo sabe. Ahora, durante muchos años arrastrarás ese bloqueo, quizás necesites una vida entera para disolver esas tensiones. Te diré más: del mismo modo que has heredado los ojos de tu abuelo, y la forma de caminar de tu madre, quizás has heredado la tensión no resuelta de tu bisabuelo. Si, sorprendente ¿Verdad?
En tu vida ocurrirán hechos que tomarán relevancia para ti y dispararán circunstancias que harán que, de alguna forma, tu tensión y tus conflictos se vayan liberando, pero eso mismo te hará esclavo y te someterá a la dictadura de tus propios límites. Aprende a generar una mentalidad sana y adecuada.

ESA CABECITA LOCA
DEJA DE DARLE VUELTAS Y ESCUCHA TU ALMA
“Elisabeth no paraba de darle vueltas al tema. Desde que le dieron la noticia, no había parado de pensar y razonar cual podía ser la solución, y cual debería ser su siguiente paso. Las ideas le sacudían la mente y no se lo quitaba de la cabeza. Debería de haber actuado de otra manera, seguro que no hizo bien, sin embargo no estaba muy segura de cual debería ser la solución. Llevaba varios días pensando en ello, incluso se despertaba por las noches con ansiedad, y ya no podía dormir, pues le venían ideas rocambolescas a la mente y todo parecía que aún se complicaba mas. Sus amigos, además, no paraban de decirle lo que debería hacer. Aquella frase tan típica de: «yo, si fuera tu, lo que haría es esto y lo otro» -¡Que estupidez!- pensó. -Si tú fueras yo, hubieras hecho lo que tú harías y no lo que yo haré. Cosa que, por cierto, aún no sabia”.
¿Cuantas veces te ha pasado algo así? Aparece cualquier circunstancia incomoda en tu vida, y lo primero que haces es empezar a buscar culpables, a enojarte y empezar a pensar qué tenías que haber hecho, o todas las cosas que tienes que hacer. Entonces, comienzas a elucubrar, razonar y a dar vueltas en un tío vivo mental muy personal.
Pero es justo cuando conseguimos no hacer caso a la vorágine de pensamientos, cuando lo que realmente necesitamos surge, casi en un susurro como desde las profundidades de nuestro ser.
Imagínate una vida fácil, sin complicaciones, luchas, ni malentendidos. Puedes dejar al margen todo ese parloteo mental, y escuchar esa pequeña y ligera, tímida vocecita, que aparece justo al preguntarnos: ¿qué tal estoy? ¿que necesito? ¿cual es mi propósito?
¿Eres capaz de escuchar? ¿Puedes prestar atención a lo que tu esencia sugiere? Por debajo de todos los razonamientos, ideas, y demás pensamientos, existe lo que realmente somos en esencia, y puedes dejar que surja y se manifieste, incluso encontrar la solución en lo más profundo de ti mismo. No somos todo eso que pensamos, si no lo que aparece al dejar al margen todos esos pensamientos. Escucha lo voz de tu esencia, el susurro de tu alma, deja que tu inteligencia más intuitiva se muestre.
Recuerda que la mente te habla a gritos, no para de justificarse e imponerse y siempre tiene razones. Sin embargo el alma habla flojito, no impone y su lenguaje es por sensaciones.
El alma solo tiene dos códigos muy sencillos. Puedes preguntarle a tu esencia, a lo más profundo de ti: ¿Se siente mal? o ¿se siente bien? ¿Está expandida y feliz? o ¿está encerrada y triste? Ten por seguro que tu alma se expresará y te contestará. También puedes tener por seguro que probablemente tu mente intentará convencerte de lo contrario. Puede ser que te descubras justificando con razonamientos una postura o decisión contraria a lo que tu intuición te haya sugerido. Si es así, vuelve a prestar atención a tu alma, y pon intención consciente hacia tu esencia.
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EL JUEGO
Todo lo que vivimos está sucediendo, pero es en nuestra mente donde se desarrolla el juego. Percibimos la vida de forma enriquecedora y plena, o llena de profundas carencias; dependiendo de la salud de nuestras percepciones. Nuestra realidad, lo que acontece, es absolutamente personal, la mayoría de las veces vivimos cada uno de los sucesos que ocurren de una forma individual, según las experiencias vividas, según la forma de mirar, y dependiendo de nuestras proyecciones en el futuro.
Cuantas veces mi familia y amigos me han dicho: ¡vives en tu mundo! Y Cuantas veces les he respondido: ¡estáis invitados! De nosotros depende vivir una u otra realidad. De nosotros depende vivir en un mundo elevado, lleno de satisfacción y sabiduría, donde todas las cosas son posibles. O vivir en un mundo a ras de suelo, difícil y lleno de sufrimiento, carencias e insatisfacciones. La libre elección de la realidad en la que vivo es una de las manifestaciones de mi libre albedrío para elegir, para decidir de qué manera voy a vivir mi realidad.
A veces me imagino las infinitas posibilidades que se abren ante mi como cintas transportadoras de esas que hay en los aeropuertos. Yo mismo puedo elegir entre subirme a la cinta transportadora que me lleva a una realidad de aceptación, sin lucha, con amor, viviendo en lo esencial, libre de juicio y crítica. O elegir una cinta transportadora que me lleve a la crispación, la lucha con lo que es, la no aceptación y la exaltación de lo egoico, el juicio y las sentencias.
El juego se realiza en mi mente, y se manifiesta en mi vida. Lo que mi mente es capaz de visualizar, la vida se encarga de cristalizarlo. Todo lo que es real ha sido antes una idea. Por eso la importancia de prestar atención a aquellas cosas en las que pongo mi foco. Vivir consciente de mis pensamientos, de mis reacciones, de mi diálogo interno nos elevará a una realidad. El flujo de la vida se manifiesta en un continuo devenir de acontecimientos, mientras la magnitud de la creación se cristaliza tras ese fluir constante de ideas que afloran en el pensamiento. La indescriptible belleza del universo se expande continuamente a través de nuestra mirada y es por eso que adquiere tanta importancia sentir, ver, oír y percibir sin el filtro enrevesado de mis programas mentales.
A un nivel conciencial más alto, aceptar lo que es, lo que está ocurriendo en mi vida, sin juicios, sin exceso de imaginación proyectada en lo que pueda ocurrir. En otros casos, sin miedo por lo que en mi experiencia pasada ocurrió. Vivir aceptando la luz y la sombra. Rendidos y sin lucha ante lo que la vida me da. Entrenar ese percibir y sentir, no desde la mente si no desde el cuerpo, es una de esas tareas saludables y que conviene ejercitar. No en vano el cuerpo es el templo que da soporte a nuestra esencia, a nuestra alma. El cuerpo es ese espacio sagrado, el umbral y puerta de entrada a nuestra mas profunda esencia, porque en el cuerpo se expresa de forma contundente nuestra realidad.
Observar qué sientes, escuchar qué dice tu organismo, prestar atención a las enfermedades que nos achacan, sin la perturbadora manipulación de nuestros patrones y «software» mental, es la mejor manera de entender el juego de la vida. De tomar consciencia y darse cuenta de que es aquí y ahora donde se está jugando.

LA VIDA TE HABLA
La vida se nos muestran en pantalla panorámica.
Nuestra mente necesita entender y aprender a descodificar qué aspectos debemos contemplar y qué sabidurías debemos comprender. Esos aprendizajes se nos mostraran una y otra vez hasta que seamos conscientes del mensaje.
El universo es paciente hasta la eternidad. Las señales se nos muestran en nuestro día a día de la manera más simple, permaneciendo consciente y alerta conoceremos como la vida nos habla, y veremos que cada uno de nosotros tiene su propio lenguaje, sus propios códigos de un lenguaje común.
Un inoportuno dolor de cabeza, una situación absurda en apariencia, una nube que de repente cubre el sol radiante, pequeños detalles que dan respuesta a ese diálogo interior. Una vez entiendas su lenguaje podrás dialogar con tu maestro, con la vida, con el universo, que se volcará en comunicarse contigo ilusionado y esperanzado ante la perspectiva de saber que estás atento a sus indicaciones.
La catalización de todas estas señales hará que dispongas de un vehículo de aproximación para con nuestros semejantes, unidos por ese lenguaje común que el universo nos ofrece, que radica simplemente en preguntarse en diálogo profundo con nuestro ser, el «para qué» ha ocurrido este hecho, o el «como» me siento ante esa otra circunstancia.
A medida que comprendamos esta comunicación vital, y aumentemos, por así decirlo, el número de escuchas, entonces más personas irán comprendiendo los códigos que el universo nos ofrece. Es el concepto de masa crítica, primeramente unos cuantos aprenden el nuevo paradigma, poco a poco se van sumando a la nueva idea grupos de personas, la masa de individuos aumenta, hasta un número crítico, finalmente terminará siendo toda la humanidad quien integre la nueva enseñanza en sus vidas.
Un ejemplo fácil lo tenemos en el uso del teléfono móvil o celular. Cuando surgieron los primeros móviles unos pocos accedieron a él, mientras muchos otros se negaban a tener un aparato de esos, incluso pregonaban que jamás lo usarían. Actualmente todos tenemos esos aparatos integrados en nuestra vida. La masa crítica de personas sobrepasó a los que no querían «movilizarse».
Cuando las señales, o el lenguaje del universo, aún convirtiéndose en obvio, no llega a nuestro entendimiento, no por falta de capacidad comprensiva sino porque cerramos los ojos al diálogo, entonces la conciencia universal no cejará en su empeño, y se mostrará la enseñanza codificada una y otra vez, desde lo mas sutil hasta lo más evidente.
Las situaciones y enseñanzas se repiten una y otra vez, de diferentes modos, el universo pasará de susurrarnos a hablarnos a gritos, y entonces pueden ocurrir situaciones desagradables, rupturas, o incluso problemas de salud que tienen como único fin llamarnos a la reflexión.
Para la energía divina lo único importante es que aprendamos, tomemos conciencia, y en su infinito amor se mostrará ante nosotros mediante esas sincronías vestidas de casualidades. La vida te habla.
No dejes de observar las señales, es una forma de dialogo con la vida, entre el mundo que te rodea y tu propoia esencia.

UNA OPORTUNIDAD DESEADA
Cuando el silencio se hace ruidoso, cuando la mente acallada llama tu atención, entonces se produce la alquimia de tu corazón. Cuando las estrellas se hacen refulgentes, cuando la primavera transpira la piel, nuestra alma cobra vida, y entonces nuestros sentimientos se convierten en pura emoción.
Para nuestro espíritu la vida es explosión de sensaciones, la gran oportunidad, el momento en que el proyecto cobra movimiento y lo escrito se hace realidad. Entonces por fin el hombre entiende que la vida es un lujo que nos da la posibilidad de elevar la materia a la sutileza de lo espiritual. No importa la condición, ni el color de piel ni el país, no es relevante lo intrascendente, sólo llama la atención del alma lo que es bellamente terrenal.
El paraíso es la capacidad de sentir, de vivir y de crear, de entender que tu realidad existe para ti, y que tu eres el dueño de ella. Al menos eres el dueño de interpretarla, de entenderla y trascenderla.
Todas las lecciones que vivirás, que has vivido, todas las experiencias que tu cuerpo es capaz de albergar son el auténtico regalo. El Hombre agradece cada emoción que eres capaz de sentir a través de tu cuerpo, porque no será eterno, aunque el aprendizaje es tuyo por derecho universal. El agradecimiento por la vida, sea la condición que sea, te llevará al éxtasis. Puede que en momentos alguna nube oscurezca tus mañanas, pero no olvides que tienes la fortuna de existir, de permanecer en la tierra, hermosa manera de tomar cuerpo que tu alma siempre agradecerá.
Agradece, y bendice cada mañana que vivas porque el sol sale para ti, y si asumes tu misión con la emoción que te da el saber que cada paso que das te acerca hacia tu destino, entonces sentirás la misma alegría por vivir que siente tu alma cuando te conviertes en hombre.
Este es el mensaje que nos llega, sin temor ya a no ser escuchado porque pronto llega el momento en que el hombre comprende que la vida es un proceso preciado, y que más allá de cualquier circunstancia, el alma se siente regocijada por disfrutar de esta oportunidad. Siempre se Es, pero no siempre se Está. Siempre permanecemos, pero no siempre podemos sentir, emocionarnos, vivir. Siente lo sagrado de tu vida, como una oportunidad para abrir los ojos del corazón y ver más allá de lo que tus retinas observan, mira tu vida a través de tu esencia, escucha tu luz con tu alma, siente el frío, el calor, la humedad, con lo mas profundo de tu ser, camina con la certeza de que tu destino lo esta creando la parte más elevada de tu propio ser.
Para el universo la vida del hombre es una suspiro, para el hombre la vida es una oportunidad. Es lo mejor que le ha podido pasar, y tomar consciencia de esto asegurará el aprendizaje, porque entonces comprenderás que nada es casual, nada es fútil, todo ocurre para disfrute y regocijo del Ser.

AQUELLO QUE SE MANIFIESTA
Aquello que me da la vida, aquello que me sustenta y da calidad a mi ser es lo mismo que sustenta, da vida y da calidad a todos mis semejantes, a toda la creación que conozco y percibo.
Aquello que permanece en mi interior y da vida a mi cuerpo, a mi persona, a mi forma, es lo mismo que da vida y permanece en el interior de las otras personas, de las otras formas, de los otros cuerpos.
Necesito de mi cuerpo y de mi mente para contener, para dar cabida, a aquello que me da calidad de ser, que me da conexión con el resto de seres. Aquello que permanece manifestándose a través de mi cuerpo, de mi personaje, de mi ego y mis formas, es lo mismo que se muestra a través del resto de cuerpos, egos, y formas.
Aquello que encuentro en mi profundo ser y se manifiesta a través de mi vida, de mis circunstancias, de lo que está sucediendo, es lo mismo que hace que la vida se muestre, en una perfecta danza de equilibrio, en las vidas, en las circunstancias, y en lo que les sucede a mis semejantes.
Aquello que hace que una flor se abra en primavera es aquello mismo que se expresa a través de nuestra persona, de nuestras circunstancias, y de las de cada una de las personas.
Por eso amar mi ego, amar mi personaje, amar mis circunstancias es amar la vida que se expresa en perfecta sincronía. Quien soy yo, quienes somos nosotros para juzgar, criticar y analizar esa perfecta manifestación de armonía? La vida se está mostrando perfectamente a cada momento a través de mi, a través de todos, de lo que me gusta, de lo que me desagrada, de aquello que creo malo o aquello que creo mejor.
Un nivel de conciencia más profundo, o más elevado, se alcanza cuando parte de mis programas se desactivan al comprender esto. Nada que hice en el pasado es imperfecto, nada que ocurra en mi presente es un error, nada de lo que acaezca mañana será una equivocación de la vida. De aquello que se expresa a través de mi. A través de ti. A través de la que sucede, a través de una flor, o a través del baile armonioso de los astros del universo.

SIENTE
La vida que habita tu cuerpo lo hace para sentir aquello que, como ser espiritual, no puede. Necesita de un cuerpo material para experimentar lo que, como energía inmaterial, le es imposible. En esencia tu eres eso. Por eso: siente. Siente la vida. Siente lo que perciben tus sentidos, realiza tu propósito más profundo, aquello que en esencia eres. Siente la brisa en tu cabello. Siente las olas como acarician tus pies. Siente el dolor de perder algo, pero no sufras. Tu esencia no ha perdido nada, en todo caso lo ha hecho tu personaje, tu cuerpo y tu mente (el vehículo), pero no tu esencia (el chófer).
Siente la vida como se expresa a través tuyo. Un día dejarás este cuerpo, para seguir viviendo sin él. Y ya no podrás sentir. Ahora pues, siente. No te niegues a sentir, tampoco sufras porque sientes, y presta atención a cómo sientes. Siente la rabia, también surge de ti, mira como sientes ése ardor, como se aceleran tus pulsaciones y como respiras cuando la sientes. Siéntela y observa, pero luego déjala ir. Ya te ha hecho sentir, es su función.
Disfruta del placer de vivir y sentir. Que nada ni nadie te quite lo que te apetece sentir. Siente cuando comes carne, y cuando no, siente cuando meditas y cuando no. No eres peor, no te compares con otros, no te culpes si tu personaje no es tan espiritual como el personaje de los demás. Pero si sientes culpa, pues siéntela, mírala de frente para darte cuenta que no es de tu esencia, si no que la tienes en tu mente, no en ti.
Siente la vida pero despréndete del sufrir, siente el dolor pero no te aferres a él. Tu esencia solo quiere sentirlo, no llevárselo, no quedarse con el. Del mismo modo que siente el sabor de la canela sin llevarse toda la rama. Sólo siente. Siente la esencia que mora en ti, la vida que se expresa en tu cuerpo, en lo que te acaece, sin acumular, ni llevarte, ni apegarte a eso que te hace sentir para seguir sintiendo.
No vivas en la memoria de sentir sino siente sin más. Siente el amor, siente el frescor y también el cálido confort. Siéntelo pero no te lo lleves. Siente el dolor, siente el desánimo, también la decepción pero no es tuya. Déjala. No te aferres, sólo siente y aprovecha tu cuerpo y tu mente para observar cómo sientes, pero suéltalo.
Siente sin sufrir por lo que aún has de sentir. Sólo siente. Ahora.

MENTE CREEDORA
Todos los conflictos están en mi mente que cree. Mi mente creedora. Esa mente que cree que la vida es injusta y que a mi me ocurren cosas malas, o que hay alguien ahí afuera que es capaz de herirme. Esa mente creedora, que cree que aquel o el de mas allá está haciéndome daño. Una mente que cree que su realidad ocurre fuera de si misma, y se mantiene en la falsedad de lo que perciben sus ojos.
¿Es acaso lo que yo creo la realidad? Sirva este juego de palabras como reflexión ¿es lo que mi mente cree lo que crea? Los conflictos no están ahí afuera si no, en mi mente, que cree que hay algo mas allá de mi que tiene la culpa de mi situación. Y eso ocurre porque mi mente cree que es un ente separado del exterior. De hecho es mi mente lo que me separa del universo, de la vida y del resto de gente.
Es al comprender esto cuando me hago responsable de mis circunstancias. Me hago responsable al hacerme consciente de que aquello que ocurre no está fuera de mí si no que parte de mí, está originado en mi mente. No es mas que un error de percepción puesto que si lo que veo con mis ojos lo corrijo con las gafas de mi responsabilidad, entonces cambia mi manera de entender la vida. Mi mente creedora cambia de creencias y crea una nueva realidad. Se convierte en mente creadora.
Me coloco a mí en el centro de mi vida, me hago líder de mi persona. Eso es Liderazgo personal.

VIVIR DESDE LA ESENCIA
Mi Esencia es una energía inteligente y consciente que está viviendo una experiencia en un mundo físico.
Vivir desde la esencia es vivir con esa consciencia. Vivir poniendo la atención más allá del ego que me separa de todo, me divide y genera lucha interior. Crea culpabilidad y miedo.
Vivir las experiencias físicas desde la esencia es generar conscientemente un punto de vista que está mas allá del sentir, de las emociones.
Es apreciar la hermosura y la belleza de este mundo que parece tan real, y al mismo tiempo relativizar el dolor para no vivir apegado al sufrimiento.
Amar, agradecer y perdonar.

ADÓNDE VAS?
El cambio de temperatura era agradable. Afuera hacía un calor bochornoso, de esos que te dan la sensación de que se pega la ropa a la piel. Bajo la impresionante bóveda de acero y cristal, formada por enormes columnas de metal negro en los que descansaban gigantescos arcos, también de acero negro, se formaba una fresca corriente de aire que aliviaba el calor estival. La enorme estructura nervuda era un espectáculo, que te hacía sentir diminuto en la inmensidad, aún estando a cubierto.
Por encima de las conversaciones ajenas se oía el rechinar de los trenes sobre las vías y el rugir de los convoyes cuando, al fondo de la estación, aceleraban para salir de la terminal. Los vagones brillaban con destellos de luz cuando sucesivamente pasaban de la penumbra de la estación al rutilante sol de agosto.
Al mismo tiempo, el rítmico repiqueteo de los tacones de Arianne resonaba sobre la pulida y acristalada superficie de mármol, también negro. Su graciosa figura atraía las miradas de curiosos transeúntes y se reflejaba en el cristal del mostrador mientras se acercaba con actitud decidida a la ventanilla de venta de billetes de la terminal del ferrocarril.
-Deme un billete de tren, por favor- dijo ella con voz segura.
-¿Adónde?- preguntó la expendedora de billetes con la impaciencia de quien ya mira de reojo la hora porque sabe que le queda poco para finalizar su larga y aburrida jornada de trabajo.
«Oh, Que fastidio» pensó Arianne, mientras cambiaba de peso sus largas piernas. -¿cómo que adónde?- le preguntó.
-Sí. Tiene que decirme adónde quiere ir. Si no me lo dice no puedo venderle un billete- argumentó la taquillera con la mueca airada que provocaba la lógica de sus argumentos.
-Pues, no lo se… yo solo quiero un billete de tren- replicó ella, no sin cierta impaciencia.
La vendedora se acomodó la gafas sobre la punta de la nariz, mientras alzaba la mirada intensa hacia ella. -Señorita, si no me dice adónde quiere ir, le voy a tener que vender un billete a cualquier destino-.
Una duda fugaz pasó por el lindo rostro de Arianne. -Pero es que… no lo había pensado. Yo solo quería subir al tren -argumentó ella- es lo que hacen todos.
La expendedora tomó aire mientras se quitaba las gafas. Con una sonrisa de condescendencia le dijo -querida, si no sabes adónde quieres ir, no tendré más remedio que venderte un billete del primer tren que pase, vaya a donde vaya. O lo que es peor, me comprarás un billete a un destino que quizás no te guste-.
Cuando somos jóvenes, solo unos pocos tienen claro qué es lo que quieren ser en su futuro,
y son precisamente esa minoría los que logran triunfar en cada una de sus disciplinas que eligieron.
Si no lo hiciste cuando eras joven, aun estas a tiempo, pero hazlo ya. No hay tiempo que perder.
Siendo optimistas tienes una ventaja frente a ellos, y es que muy probablemente a éstas alturas ya sabrás
qué es lo que NO quieres en tu vida.
A veces, las experiencias en la vida son como los pasatiempos de unir puntos. ¿Te acuerdas de
aquellos pasatiempos de la revista Quiz tan divertidos? Tenias que ir uniendo una serie de puntos que estaban
numerados, de forma que cuando acababas aparecía una figura, como por sorpresa. A mí me encantaba.
Pues todo lo que hasta ahora has vivido es uno de esos pasatiempos que aun no está terminado,
no sabemos aún que será nuestro dibujo, pero cada una de las experiencias que has vivido tiene un porqué.
Averígualo, encuentra el hilo conductor, reflexiona. No es tan difícil, aunque no siempre es agradable,
tu lado oscuro, ya sabes, no es fácil de aceptar. Peor sería que al final de tu vida el dibujo resultante
no te guste.
Define adónde quieres llegar, dibuja la ruta en la carta de navegación, marca el rumbo y zarpa
con tu nave. Disfruta del camino, y ten por seguro que no hay ni un solo elemento de tu periplo, ni un solo
escollo en tu ruta que no seas capaz de rodear, superar, capear.

LA DIFICULTAD: UN MAESTRO
Como a un maestro se le ama, se le agradece, reverencia y respeta. Como a un guía se le sigue, sin dudar de que la profunda sabiduría permanece en su interior y aflora a la superficie ofreciéndose para mi comprensión.
Sus lecciones por su dureza en momentos duele, en momentos provocan una sonrisa, la mayoría de las veces la profunda com- prensión que sin aviso recorre nuestro ser en forma de entendimiento repentino. La comparación que nos suscita con la sabiduría que ya almacenamos en nuestro corazón y el conocimiento de nuestros predecesores que quedó grabado en nuestra piel.
Así es la dificultad. Así son los avatares, problemas e incertidumbres de la vida.
La dificultad, como a un maestro, se le ama y se le agradece esa virtud de dar la lección apropiada en el momento oportuno.
Pero la dificultad no es sufrimiento. El sufrimiento es darle la espalda a tu maestro, cerrar los ojos al camino que te muestra tu querido guía. La dificultad la pone ante nosotros nuestro propio ser, en alianza con la vida para mostrar el camino que nuestros ojos no saben encontrar porque caminamos a tientas por el sendero de la vida. Con la poca luz que a veces nuestra vista percibe es cuando entonces aparece la dificultad, y podemos mantener con certeza que tras ella, viene nuestro querido maestro. Gracias a la dificultad.

UNA ELECCIÓN ADECUADA
La alegría de saber que, hagas lo que hagas, tu camino reverdece con el rocío de la madrugada. La inmensa sonrisa aparece en tu rostro cuando tus pasos te impulsan desde el corazón, cuando tu mirada se eleva por encima de los árboles, tus pies aceleran el paso con esperanza de revivir el momento que ya vislumbras, y tu cuerpo ligero es movido por el entusiasmo que sientes al intuir que lo que está por suceder es lo mejor que podría pasarte.
Así es como sabremos que estamos en la buena dirección, esta es la sensación que vives cuando estás actuando movido por tu corazón, cuando sientes estas sensaciones sabrás que no estas errado, y no vas a necesitar mayor prueba, ni confirmación de que estás en el camino que tu alma a propuesto.
Al dudar entre una dirección o la otra no hay más que cerrar los ojos, meditar como te sentirás con cada una de las opciones, vivirlas en tu mente, sentirlas en tu cuerpo y al abrir los ojos sabrás cual es la opción correcta. Tienes todas las claves en tu cuerpo, observa como te sientes, cuando das el paso para tomar la decisión acertada para ti, y ten la seguridad que tomes la dirección que tomes ambas te llevarán al mismo sitio, aunque quizás pudiera ser que uno de esos caminos sea más largo que el otro, con mas curvas, cuestas y dificultades, pero el destino al que llegarás será a un punto igualmente de conocido por ti. Igual de familiar para tu alma.
No existe la decisión buena ni mala, correcta ni incorrecta, existe la decisión tomada desde el corazón o la tomada desde tu personaje. Ambas posturas te llevarán al desarrollo de tu espíritu, aunque una de ellas te llenara de emoción, de alegría y pasión, no te costara esfuerzo ni fatigas, y la otra no.
Pero, tranquilo, tranquila. Ambos caminos te llevarán donde tu alma desea llegar, todas las opciones son correctas desde un prisma superior. El universo ya ha escrito que todo Es según tu alma consideró. No hay error sino actitudes que parten desde diferente estado. Tanto si tu camino empieza desde tu esencia verdadera, o empieza desde quien crees ser, ambos te llevarán al destino que tu alma diseñó para ti, aunque ciertamente, tu punto de llegada será más alto, si tu punto de salida es también de mayor altura.

SEÑALES
La esencia divina propone que la motivación del Ser se eleva por encima de la actitud de la persona, que es imparable e innegable la voluntad de lo que por encima del hombre está dispuesto. Es inútil pretender desde la voluntad individual trazar un plan si ese plan no está antes diseñado por la fuente universal. Debemos permanecer alerta y despiertos a las señales que en nuestra vida se presentan y no dudar del origen esencial de ellas. El Amor que todo lo dicta no impone con urgencias, pero si con determinación, la labor y misión de cada uno de los que en la Tierra habitamos está impresa en nuestras memorias y requerirá de una mejora, un desarrollo de nuestro propio ser, de transformarnos en la mejor versión de nosotros mismos. Si nuestra misión no se realiza, la ausencia y el vacío será como un manto que se extiende sobre nuestra vida, y la tristeza del ser se manifestará sin duda, pero si por el contrario aceptamos con vigor y resolución aquello que de forma Superior ha sido dispuesto, la alegría, la luz, y el brillo intenso de la bondad vendrá a nosotros, en definitiva la abundancia de amor impregnará nuestra vida. Nuestra realidad.
No permanecer consciente de esta verdad ya no es una opción, puesto que las señales, el conocimiento, y los indicios de que tenemos una labor superior están ya a la vista de todas las personas del planeta. La consciencia de lo Único es ya un simple y divertido juego que se extiende sobre el tablero de nuestra vida. Encontrar y realizar nuestra misión se convierte en un divertido y amoroso reto que nos lleva a dar pasos en la dirección que el río de la vida nos marca. Este juego nos llena de alegría, bondad, y nos une irremediablemente a nuestros semejantes, quienes no son más que una expresión de nosotros mismos. Comprenderemos que ellos están en mi y yo en ellos y que no nos separa nada más que intenciones diferentes, y que el sentido de nuestras vidas esta unido por aquello que cada ser dispuso antes de que olvidara que permanecimos unidos algún día. A medida que ese juego se desarrolle recordaremos que alguna vez, en Esencia, todos los semejantes fuimos Uno. Que no hay diferencias entre los hombres y que nuestra misión es un precioso damero con el que disfrutaremos resolviendo el juego de la vida. Ése es el plan.
ESENCIA
La fuente divina, nos mantiene unidos en una especie de matriz universal, mientras cada uno de los seres que habitamos la tierra en nuestros cuerpos materiales se dispone a realizar los trabajos encomendados. Pequeños mundos en cada uno de esos seres discurren con total normalidad, mientras el gran corazón late sin alterarse. Todas las circunstancias que ocurren no son hechos aislados sino que obedecen a una maquinaria universal que está en funcionamiento desde el inicio de los tiempos. Esa maquinaria permanecerá inalterable de forma infinita y hasta que se cumpla lo establecido, que no es otra cosa que el fin de la oscuridad. El Amor es lo que mantiene unido todos esos pequeños mundos que son esos seres que conforman el útero cósmico, el Amor es la materia prima de todo lo que nos rodea, y sin esa materia no se entiende el Universo. Flotamos en Amor, trabajamos en Amor, nos relacionamos a través del Amor, creamos mediante el Amor. Cualquier circunstancia que se plantea en el Universo esta basada en el Amor, y el Amor se ubica en el centro de cada uno de los corazones de los seres que forman el Universo. También ocurre que en circunstancias el Amor desciende de intensidad, para dar paso a las sombras, al temor, y entonces ocurre la magia, pues sin esos jirones de temor, el Amor dejaría de tener sentido. De hecho el temor es un instrumento más del Amor, está a su servicio para darle impulso. Nota que, cuando vives en algunas circunstancias en base al temor, la única solución que se plantea para conseguir tus designios es aumentando el volumen de Amor.
Durante tiempos inmemoriales el hombre a discurrido la manera de sentir el privilegio de la vida, de sentirse el único ser con capacidad de dominio en el mundo, pero las circunstancias han revelado que eso no es así. Ahora más que nunca sabemos que el paradigma ha cambiado. No es el hombre el centro del universo, sino el gran espíritu. La gran luz que todo lo absorbe, la energía única que da vida a todo el cosmos, lo que llamamos unos y otros de diferentes maneras, aunque sabemos que es lo mismo. Algunos le llama dios, otros padre, otros energía universal, la fuente, la divina presencia, la luz. No importa el nombre que le demos, pero de lo que somos conscientes cada vez más, es de que ese gran espíritu toma relevancia y arrebata en nuestras conciencias, en nuestro interior, la supremacía que el hombre creía tener en la tierra.
Cada vez integramos más en nuestra consciencia que el hombre , el Ser, da paso a lo Único. Al gran hilo que hilvana nuestros pequeños corazones. Damos paso, de alguna manera, a la conciencia única, la conciencia universal.
Esto que tan claro y diáfano se expone ante nuestra mirada, provoca en nuestra mente un gran temor e inestabilidad, porque en apariencia dejamos de mantener el control sobre nuestro destino, ahora el nuevo paradigma, el nuevo orden de lo establecido nos deja sin ese poder que nos habíamos otorgado. De repente sabemos que debemos dejarnos llevar por esa gran fuerza que es la energía de lo divino.
Ya no dispondremos según creamos «conveniente», sino que nos dejaremos «llevar» por el río de la vida. Nos dejaremos fluir, sin luchar, por el torrente de lo adecuado, de lo que en lo mas profundo de nosotros mismos sabemos que debemos hacer.
Ese es el dictado del Gran Espíritu. Y estar en sintonía con él, es la forma en que el hombre mirará su futuro. Porque sabe que dejarse llevar por ese torrente que es la vida, es lo mejor para él, y es aquello que lo hará pleno y feliz.
No olvidemos ni un solo instante como perspectiva de vida, que la ayuda, colaboración y soporte a cualquier ser que, como nosotros permanece en este útero cósmico, redunda en nuestro propio beneficio, y que esa es la única forma de egoísmo que debemos permitirnos para que el Amor se mantenga por encima de todas las energías entre las que «flotamos» y que de esa manera fortalezca aquello que es intrínseco a nosotros mismos y que fortalece al Gran espíritu. Deberemos transformar con nuestro Amor cualquier emoción dolorosa que sintamos en nuestra realidad. Tanto nuestra, como de cualquier otro ser que nos acompaña en nuestro camino. Seremos plenos y felices, en la medida en que todos seamos plenos y felices. Y ésa es la nueva realidad que se nos presenta.
No todos los seres que en este mundo comparten el Amor que fluye de este gran Universo tienen presente en su día a día esta gran premisa que se eleva sobre nuestras consciencias, como un sol en el amanecer, y por eso es nuestra misión hacerles saber que ese sol que esta saliendo por el horizonte está allá para darles confort, para que sientan la presencia del Gran Espíritu, y para recordarles que la vida está ahí para respirar hondo y disfrutarla, y no rechazarla. Si todos respiramos esa luz que se cierne sobre nuestros destinos, más fuerte brillará, más luz derramará sobre nuestras pequeñas vidas, y más calor dará a nuestros enormes corazones. Ojalá todo ser humano vea brillar con ese ímpetu, con esa pureza, con ese brillo dorado, la fuerza que proclama con su Amor la plenitud del ser humano.