por Joan Ortín Meneses | 21, Sep 2022
La falta de sueño incita a cerrar tareas pendientes sin sentido con tal de terminarlas.
Para soñar (en todos los sentidos) hay que dormir. Literal. Mínimo unas siete horas al día, «lo que equivaldría a tres ciclos de sueño completos de unos 90 o 100 minutos», apunta Joan Ortín Meneses, experto en Control mental, Programación neurolingüística y Metaprogramación cognitiva, que añade que «no se trata tanto de la cantidad como de la calidad del descanso;algunos con la mitad están frescos y otros necesitan unas nueve horas». La teoría está clara pero para muchos meterse en la cama supone toda una pesadilla: entre un 20 y un 48% de la población adulta, con datos de la Sociedad Española de Neurología, sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño y la mitad la mitad no descansa lo que debería según la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño.
Un descanso reparador es vital también para estar de buen humor, ser eficaz en el trabajo y tomar decisiones acertadas (o al menos reposadas y teniendo en cuenta y valorando todas las posibles opciones y riesgos…). «Estando agotado, lo único que haces es tapar agujeros, intentar que la jornada laboral termine cuento antes, tomar determinaciones a lo loco, nada reflexivas, no razonadas, simplemente por cerrar el asunto; también estar a disgusto en la oficina… Un jefe que no ha dormido bien tiene más posibilidades de echar broncas a sus empleados sin sentido o magnificadas. Solo porque está exhausto, susceptible, irritado sus relaciones personales se resienten, como una mala contestación entre compañeros… Es el síndrome de burnout o del trabajador quemado», detalla Ortín Meneses, autor de Para soñar hay que dormir. Cómo librarte de las preocupaciones y dejar atrás el insomnio (Alienta Editorial), coach y especialista en la materia desde tres décadas, cuando descubrió en directo una infidelidad marital: «Pasé de dormir nueve o diez horas, como un angelito, a ser incapaz de hacerlo. Algo en mí estaba roto, tenía una emoción bloqueada que me afectaba y mucho en el descanso. He padecido muchos insomnio, de ahí toda mi dedicación e investigación».
Además, no pegar ojo es una de las principales razones de absentismo laboral, según alerta Ortín. «Uno está tan destrozado que se inventa cualquier excusa para no acudir a su puesto de trabajo», asegura. Además, incita a comer peor, a asaltar las máquinas de chocolatinas, a atiborrarse de estimulantes, desde cafeína o teína en vena y a carbohidratos para poder mantenerse en pie.
Si las noches en vela se acumulan, más allá de una puntual por un problema concreto o un momento de ansiedad, si se superan las tres o cuatro semanas, se padecería insomnio, el trastorno del sueño más frecuente que, como cita Ortín en su publicación, según el Instituto de Investigaciones del Sueño padece el 30% de los españoles.
Una racha mala por una experiencia traumática como sufrió el coach, por un duelo, por el estrés profesional o personal sería el principal motivo que origina el insomnio en la mayoría. La gran noticia es que, en este caso, «hay solución; es a lo que me dedico y en el libro detallo pautas para dormir más mejor», explica.
El móvil, el gran enemigo
El sueño es el gran damnificado de la falta de horas del día. «Es la moneda de cambio. Siempre le robamos tiempo ya sea para trabajar, para salir con los amigos o ver una película en pareja o familia sin darnos cuenta de que es de vital importancia, tanto como el sueldo de un trabajo», advierte Ortín.
Para prepararse para descansar, el especialista recomienda disponerse a ello: «Lo ideal sería no hacer nada unos minutos antes, por ejemplo mirar a las musarañas. O leer una novela sencilla, nada de thrillers que nos mantengan en tensión, o un documental de leones y cebras. Hay que intentar aburrirse por mucho que ahora esta actividad sea considerada como poco atractiva…», detalla el experto.
La televisión y los portátiles no son buenos compañeros de cama; «el dormitorio debería parecerse a un spa, a una estancia de relajación», de ahí que estén prohibidos los tonos estridentes para las paredes de la habitación, se recomiende acostarse con los armarios cerrados y la ropa recogida, con cierto orden en el cuarto, y sin el móvil en la mesilla. «Solo distrae. En cuando se enciende la pantalla, con la luz, destrozamos la melatonina, la hormona que interviene en el ciclo natural del sueño, y nos altera el ritmo circadiano natural», advierte el especialista.
Tampoco recomienda revisar el email por la noche: «Solo presagia malas noticias y si lo lees empiezas a pensar en las tareas pendientes del día siguiente, sin poder desconectar, o te llevas un disgusto que, desde la cama, no vas a poder resolver de madrugada y, sin embargo, solo va a impedir que concilies el sueño». Sin un descanso adecuado, la jornada siguiente también se comenzaría con el pie cambiado y vuelta a empezar el mal ciclo del sueño.
por Joan Ortín Meneses | 21, Sep 2022
La falta de sueño incita a cerrar tareas pendientes sin sentido con tal de terminarlas.
Para soñar (en todos los sentidos) hay que dormir. Literal. Mínimo unas siete horas al día, «lo que equivaldría a tres ciclos de sueño completos de unos 90 o 100 minutos», apunta Joan Ortín Meneses, experto en Control mental, Programación neurolingüística y Metaprogramación cognitiva, que añade que «no se trata tanto de la cantidad como de la calidad del descanso;algunos con la mitad están frescos y otros necesitan unas nueve horas». La teoría está clara pero para muchos meterse en la cama supone toda una pesadilla: entre un 20 y un 48% de la población adulta, con datos de la Sociedad Española de Neurología, sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño y la mitad la mitad no descansa lo que debería según la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño.
Un descanso reparador es vital también para estar de buen humor, ser eficaz en el trabajo y tomar decisiones acertadas (o al menos reposadas y teniendo en cuenta y valorando todas las posibles opciones y riesgos…). «Estando agotado, lo único que haces es tapar agujeros, intentar que la jornada laboral termine cuento antes, tomar determinaciones a lo loco, nada reflexivas, no razonadas, simplemente por cerrar el asunto; también estar a disgusto en la oficina… Un jefe que no ha dormido bien tiene más posibilidades de echar broncas a sus empleados sin sentido o magnificadas. Solo porque está exhausto, susceptible, irritado sus relaciones personales se resienten, como una mala contestación entre compañeros… Es el síndrome de burnout o del trabajador quemado», detalla Ortín Meneses, autor de Para soñar hay que dormir. Cómo librarte de las preocupaciones y dejar atrás el insomnio (Alienta Editorial), coach y especialista en la materia desde tres décadas, cuando descubrió en directo una infidelidad marital: «Pasé de dormir nueve o diez horas, como un angelito, a ser incapaz de hacerlo. Algo en mí estaba roto, tenía una emoción bloqueada que me afectaba y mucho en el descanso. He padecido muchos insomnio, de ahí toda mi dedicación e investigación».
Además, no pegar ojo es una de las principales razones de absentismo laboral, según alerta Ortín. «Uno está tan destrozado que se inventa cualquier excusa para no acudir a su puesto de trabajo», asegura. Además, incita a comer peor, a asaltar las máquinas de chocolatinas, a atiborrarse de estimulantes, desde cafeína o teína en vena y a carbohidratos para poder mantenerse en pie.
Si las noches en vela se acumulan, más allá de una puntual por un problema concreto o un momento de ansiedad, si se superan las tres o cuatro semanas, se padecería insomnio, el trastorno del sueño más frecuente que, como cita Ortín en su publicación, según el Instituto de Investigaciones del Sueño padece el 30% de los españoles.
Una racha mala por una experiencia traumática como sufrió el coach, por un duelo, por el estrés profesional o personal sería el principal motivo que origina el insomnio en la mayoría. La gran noticia es que, en este caso, «hay solución; es a lo que me dedico y en el libro detallo pautas para dormir más mejor», explica.
El móvil, el gran enemigo
El sueño es el gran damnificado de la falta de horas del día. «Es la moneda de cambio. Siempre le robamos tiempo ya sea para trabajar, para salir con los amigos o ver una película en pareja o familia sin darnos cuenta de que es de vital importancia, tanto como el sueldo de un trabajo», advierte Ortín.
Para prepararse para descansar, el especialista recomienda disponerse a ello: «Lo ideal sería no hacer nada unos minutos antes, por ejemplo mirar a las musarañas. O leer una novela sencilla, nada de thrillers que nos mantengan en tensión, o un documental de leones y cebras. Hay que intentar aburrirse por mucho que ahora esta actividad sea considerada como poco atractiva…», detalla el experto.
La televisión y los portátiles no son buenos compañeros de cama; «el dormitorio debería parecerse a un spa, a una estancia de relajación», de ahí que estén prohibidos los tonos estridentes para las paredes de la habitación, se recomiende acostarse con los armarios cerrados y la ropa recogida, con cierto orden en el cuarto, y sin el móvil en la mesilla. «Solo distrae. En cuando se enciende la pantalla, con la luz, destrozamos la melatonina, la hormona que interviene en el ciclo natural del sueño, y nos altera el ritmo circadiano natural», advierte el especialista.
Tampoco recomienda revisar el email por la noche: «Solo presagia malas noticias y si lo lees empiezas a pensar en las tareas pendientes del día siguiente, sin poder desconectar, o te llevas un disgusto que, desde la cama, no vas a poder resolver de madrugada y, sin embargo, solo va a impedir que concilies el sueño». Sin un descanso adecuado, la jornada siguiente también se comenzaría con el pie cambiado y vuelta a empezar el mal ciclo del sueño.
por Joan Ortín Meneses | 31, May 2022
Seguramente se te ha pasado por la cabeza muchas veces que los efectos de no dormir no pueden ser tan graves o incluso tal vez que no dormir no puede tener efectos negativos. Si es así, seguramente te has repetido mentalmente en la madrugada: “no pasa nada por no dormir hoy, ya lo recupero el fin de semana”. Y así… hasta que forma parte de tu rutina habitual.
Déjame decirte que no estás durmiendo adecuadamente y los efectos negativos de no dormir pueden estar afectándote más de lo que crees.
¿Sabías que el 30% de los españoles sufre insomnio? El dato es alarmante… pero lo es más saber que el 70% de estos pacientes no recibirán nunca el tratamiento adecuado para ellos porque simplemente se han acostumbrado a la falta de sueño.
La gran mayoría de los adultos necesitan dormir en torno a 7 o 9 horas diarias. Puede ser que tú seas de esas personas que cree que puede dormir menos horas o que quizá no necesita tantas… pero déjame decirte que no es así, continuar con un ritmo desenfrenado, y seguir privándote del descanso necesario y reparador puede tener consecuencias negativas para tu salud física e intelectual.
Los efectos de no dormir en la salud
El insomnio no es una broma. Diferentes expertos y organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dictaminado que la falta de sueño y los horarios irregulares alteran nuestro organismo tiene que ver en un aumento de cáncer de colón y de pecho.
Como comenté el pasado 14 de noviembre en un post en mi Instagram –puedes ir a verlo pinchando aquí– , la posibilidad de padecer diabetes es dos veces mayor en personas que no duermen al menos las 6 horas mínimas recomendadas, ya que al dormir poco los niveles de cortisol y la hormona del crecimiento aumentan y bloquean los efectos de la insulina que produce de forma natural nuestro páncreas.
Además de estos problemas, si sufres insomnio seguro que has notado cómo cuando duermes menos sufres problemas de memoria y agilidad mental. Varios estudios han demostrado que algunos de los efectos de la falta de sueño alteran nuestra capaidad de recordar palabras nuevas, mejorar habiliades, los reflejos están más lentos por ende las personas se vuelven más torpes y nuestro sistema inmune se ve mermado y podemos enfermar más rápidamente entre otro de los muchos efectos de no dormir. Si te interesa onocer más a fondo sobre el insomnio puedes acceder a un vídeo pinchando aquí donde hablo sobre ello
Tu piel también te avisa de que sufres insomnio
¿Lo has notado? en la piel podrás ver cómo el insomnio afecta a tu organismo y es que la falta de sueño de forma crónica se traduce en una alteración de la barrera cutánea produciendo el envejecimiento prematuro de la piel y ofrece una peor respuesta a los ataques de los factores externos como el tabaco o las radiaciones ultravioletas.
Seguramente te has preguntado por qué hay cremas “ de día” y “de noche” o por qué las cremas tienen más efecto mientras dormimos
Pues bien, esto tiene que ver con el sueño y la regulación de las diferentes hormonas. No dormir lo suficiente provoca cambios en los ritmos naturales de nuestro organismo como sucede con la melatonina natural que produce nuestro cuerpo. Los niveles de melatonina aumentan por la noche, cuando estamos dormidos, y nos ayuda a modular nuestro peso corporal, los efectos de la edad, reduce los efectos negativos propios de la quimioterapia y, es un agente anti-cancerígeno y antioxidante
En definitiva, algunos de los efectos de no dormir producen cambios irreparables en:
- Nuestro cerebro
- Nuestro páncreas, estómago y corazón
- En el índice de Masa Corporal (IMC)
- Nuestro sistema inmune
- Afecta a nuestro carácter y relaciones sociales
- Aumenta la posibilidad de padecer trastornos psiquiátricos
- Problemas de piel como dermatitis o melanomas
- Aumenta el envejecimiento celular
- Elimina el deseo sexual
- Músculos más débiles
Así que, si todavía no has tomado cartas en el asunto de tu salud… ¿a qué estás esperando?
Te envito a suscribirte a mi blog para que puedas estar al día de las últimas novedades del insomnio y, que recibas descuentos, promociones o contenido exclusivo.
Y si quieres actuar ya puedes solicitarme una sesión gratuita para ver cómo puedo ayudarte. Puedes solicitarla pinchando en el botón de aquí abajo.